Pare Presentat
Andrés Garrido Perales nació en Vallada el día 29 de noviembre de 1663.
El Venerable Padre Presentado, Andrés Garrido, fue tenido y venerado por santo durante su vida y después de ella. Murió en olor de santidad el 23 de febrero de 1728 en el convento de Xàtiva.
En Vallada, patria del venerado difunto, el 2 de junio de aquel año se organizaron solemnes exequias en su honor, en las que predicó el Provincial de la orden mercedaria, fray Vicente Oliver, glosando la figura y obras de Padre Garrido. El sermón pronunciado con ocasión de esta celebración fue llevado a la imprenta el mismo año 1728, publicándose en un libro titulado “Idea de un Varón Religioso. Oración en las Solemnes Exequias del V.P. Presentado Fr. Andrés Garrido”.
Tal era la fama de santidad de que gozaba que, en 1733, el Obispo de Albarracín se desplazaba a Xàtiva, y probablemente a Vallada, para “tomar informes de los heroicos hechos y santas costumbres del venerable difunto Fr. Andres Garrido hijo de esta Villa y su parroquia”.
Desde entonces los valladinos y las valladinas han mantenido viva la memoria de tan ilustre hijo, aguardando el pronunciamiento de la Iglesia para verlo elevado a los altares. Mas esta esperanza quedó frustrada cuando, en las últimas décadas del pasado siglo XX, se comprobó que no había expediente de canonización alguno en Roma, pudiendo darse el caso que los autos hubieran sufrido extravío en tan dilatado lapso temporal, o bien que el proceso de canonización no hubiera llegado nunca a formularse.
El 27 de febrero de 2004, en la iglesia parroquial de San Bartolomé Apóstol de Vallada y presidiendo el acto el sr. Arzobispo de Valencia Monseñor Agustín García-Gascó Vicente, se abrió el Proceso Diocesano de Canonización. Se clausuró el Proceso en la Vicaría de la Evangelización del Arzobispado de Valencia el 30 de octubre de 2012, presidida por el sr. Arzobispo Monseñor Carlos Osoro Sierra.
En el mes de mayo de 2013, varios miembros de la asociación Pare Presentat de Vallada, junto con el P. Manuel Anglés, entregaron en la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos la documentación del proceso diocesano, comenzando el Proceso Apostólico en la Santa Sede.
En Vallada, la intervención del Pare Presentat fue decisiva en la culminación de las obras del templo parroquial, y su figura permanece viva en cada rincón. Su casa natalicia, La Olivereta, a cuya sombra enseñaba el catecismo a los niños; les pedres blaves, donde solía descansar cuando subía a la ermita de San Sebastián, la piedra en la que se sentaba para observar la marcha de las obras de la iglesia, la calle que lleva su nombre… son buena muestra de ello; como también lo es el reconocimiento de gratitud del pueblo de Vallada, materializado en la fuente construida en su honor, donde se yergue una magnífica estatua labrada en hierro, verdadera obra de arte, del escultor José Gonzalvo.
